Lecciones de la Eurocopa
Autores: Pablo Sarinelli & Ramiro Hertimian en Colaboración con @Sudanalytics.
Paul Pogba, el Rey sin corona
La presente Eurocopa no decepcionó. El torneo proclamado por muchos a la altura de una Copa del Mundo ya dejó partidos impresionantes, series de época y rendimientos individuales de élite. En este último ítem aparece empoderado Paul Pogba. El excéntrico mandamás del seleccionado galo sacó a relucir todo su repertorio a pesar de la temprana eliminación.
Si en 2018 Antoine Griezmann manejó los hilos de la campeona del mundo, durante la Euro, el bueno de Paul asumió los galones. En cada uno de los partidos exhibió un abanico de pases en modo master class, para que el planeta se deleitara. En la práctica cerró planilla con 1 asistencia y 1 gol. No obstante, su lucimiento excedió con nota esos registros. Mientras estuvo en competencia fue el 2do jugador con más pases en profundidad completados, 6; y además asistió 7 remates de sus compañeros. Si comparamos su rendimiento con el de los demás volantes de la competición, el as francés evidenció una diferencia notable:
Pero más allá de sus estadísticas, el mediocampista del Manchester United pintó obras de arte en cada uno de los partidos que disputó. Aquí algunos de sus lienzos:
Publicado por el mismísimo Paul, el momento preciso en el que su exquisito remate besó la red en el partido frente a Suiza.
Lo más llamativo de esa ejecución fue que 5 días atrás ejecutó un disparo igual que no fue gol únicamente por la estirada sobrenatural de Rui Patricio:
En su atelier también dejó pases que desafiaron la lógica. En el minuto 113 (si, 113) del partido, Pogba se inventó este pase de revés para activar la corrida de Marcus Thuram, debajo a la izquierda en la imagen.
La versatilidad táctica de los laterales
El fútbol internacional siempre deja aspectos tácticos que se convierten en tendencia. Si bien el trabajo de los entrenadores en sus equipos permite desarrollar movimientos e innovaciones más mecanizadas, estas grandes citas sirven de escenario para mostrar pequeños detalles de pizarra que luego se aplican en temporadas regulares.
La Euro 2020 se ha caracterizado por la variabilidad táctica que ofrecen los defensores laterales. Estas especificidades no solo se preparan en la previa de un encuentro sino que incluso suceden durante los partidos. Las funciones y las características de los futbolistas en este sector del campo de juego han exhibido diferentes destellos tácticos:
Posibilidad de alterar un sistema. Por ejemplo pasando de un 1433 a un 1532 de un partido a otro como lo ha hecho Andriy Shevchenko en su Ucrania. Llamativa pero eficientemente, la ex gloria europea quitó de su alineación a su jugador más talentoso, Ruslan Malinovskiy (generó 4 chances claras mientras estuvo en campo de juego, siendo el 2do futbolista más creativo del torneo) privilegiando el juego profundo por banda. Y esto le dio grandísimos resultados durante los octavos de final, ya que Oleksandr Zinchenko, ubicado en el costado izquierdo (durante los primeros partidos fue interior) convirtió el primero de los goles frente a Suecia llegando vacío tras un ataque por lado opuesto y luego asistió magistralmente desde esa posición para el tanto de la victoria.
Otro de los equipos que varió su sistema de acuerdo a la búsqueda puntual del partido fue Inglaterra. Gareth Southgate, sumamente cuestionado por sentar a sus principales talentos (Jack Grealish, Phil Foden, Mason Mount, Marcus Rashford, Jadon Sancho) siempre confió en su plan. Durante los años previos a la Euro, en partidos específicos, utilizó el sistema 1523 (o 1343) buscando interiorizar movimientos para partidos de eliminación directa en los que eligiese espejar el sistema rival. Habiendo analizado como Alemania lastimó a Portugal en fase de grupo sobrecargando zonas interiores para luego ser profundo con sus alas (sistemáticamente con Joshua Kimmich centrando y con Robin Gosens atacando el lado ciego), el DT inglés pasó de su previo 14231 a un 1523 con Kieran Trippier y Luke Shaw emparejando la fortaleza teutona. Las intervenciones de Robin Gosens en un partido y en otro marcan como este ajuste impidió a Alemania potenciar sus virtudes:
Posibilidad de balancear fortalezas y debilidades. Quizás el elemento menos novedoso. Pero en los tiempos modernos, muchos equipos han optado por elevar a sus defensores laterales en simultáneo para generar 2 x 1 en ataque. También, la teoría suele indicar que, mientras uno se proyecta en ofensiva, el otro debe compensar sosteniendo su postura en defensa. Sin embargo, varios equipos en la Euro han optado por balancear mecanizando siempre el mismo patrón. En el caso de Italia, desde la salida por lesión de Alessandro Florenzi, el pistón de ataque ha sido siempre Leonardo Spinazzola, por sector izquierdo. Mientras que Giovanni Di Lorenzo forma una línea de 3 junto con los 2 zagueros buscando generar superioridad numérica en fase de inicio. Las posiciones promedio demuestran este efecto que busca equilibrar la postura del equipo:
Readaptación de perfiles. Otra de las alternativas que han ofrecido los laterales es la de resignar su perfil natural sin que esto deteriore la aportación ofensiva. Utilizar, por ejemplo, un defensor derecho por el lado izquierdo, usualmente solo se hace priorizando un aspecto defensivo: esta disposición suele favorecer al futbolista que se enfrenta a un atacante que también juega a perfil invertido porque le permite defender con su pierna hábil ante un extremo que engancha hacia adentro (Lionel Messi, Mohamed Salah, Angel Di María, etc.). Pero en esta Eurocopa, este no fue el único elemento que aportó ese tipo de elección. Este tipo de jugador, aún sin disponerse en su lado natural, ha sido determinante en ataque en muchísimas ocasiones. Aún considerando que un lateral invertido podría aportar en ataque pero atacando por carriles centrales, estas apariciones también sucedieron en amplitud, abarcando el ancho del ataque.
Lo dicho anteriormente, Spinazzola, diestro jugando por izquierda en Italia, ha sido una daga para los rivales ofreciendo superposición por el extremo en el que ataca Lorenzo Insigne. Otro caso destacado fue el de Joakim Mæhle, de Dinamarca. Jugando por izquierda, el diestro convirtió 2 goles y ofreció una notabilisima asistencia empalmando el balón de tres dedos:
Además, el jugador del Atalanta de Italia (¿dónde si no?) es, hasta el momento, quien más progresiones de balón en carrera realizó en el actual curso: 31. Muy por encima de sus perseguidores.
Torneos cortos, lectura rápida
Otra lección que nos deja, nuevamente, un torneo internacional condensado es que, si bien los entrenadores tienen poco tiempo para incorporar conceptos tácticos en sus equipos, su lectura es indispensable para adaptarse a lo que precisan sus equipos. Existe margen de maniobra pero los plazos y el contexto demandan acción inmediata.
En 2018, Didier Deschamps, estrategia de la Francia campeona del mundo, demoró un partido en interpretar que su equipo precisaba modificaciones. Lo difícil es tener la templanza para reconocer que, si bien el primer encuentro manifiesta 4 años de trabajo y de pensamiento en una alineación y en un sistema, los mensajes desde el campo hacia afuera son más sintomáticos que cualquier convicción. Luego de un debut rocoso ante Australia, Deschamps pasó de un 1433 configurado para dar vuelo a la expresión creativa del trío Ousmane Dembelé, Kylian Mbappé y Antoine Griezmann, a un 14231 con Olivier Giroud como referencia para el juego directo y para que sus compañeros construyeran a partir de los sobrantes de sus duelos.
En la Eurocopa 2020, el dramático episodio protagonizado por Christian Eriksen obligó a que su entrenador modificase el guión entero de su planeamiento. Kasper Hjulmand, mandamás danés, había construido el sistema de su equipo alrededor de su figura, de su número 10. El primer bosquejo fue un 1433 con un mediocampo sostenido en dueto por Pierre-Emile Højbjerg y por Thomas Delaney para que Eriksen, enganche a la vieja usanza, pudiera navegar con libertad zonas ofensivas eligiendo por donde lastimar a Finlandia. Tras lo conocido, Eriksen debió dejar la competición y su DT, habiendo perdido a su usina creativa, alteró el sistema que luego lo llevaría hasta las semifinales del torneo, superando lo que los analistas presagiaban de la selección nórdica. Hjulmand optó por alinear 3 zagueros centrales (Andreas Christensen, Simon Kjaer y Jannik Vestergaard) para dibujar un 1343 totalmente distinto a lo craneado en la previa de la competencia.
Otra de las grandes exhibiciones tácticas que no por el resultado final debe pasar desapercibida es la ejecutada por Luis Enrique en la semifinal frente a Italia. En un duelo fascinante marcado por la similaridad de sistemas (1433) y de estilos (Italia con su trinomio Barella, Jorginho, Verratti, emuló el popularizado tiki taka español), el estratega de La Furia realizó una única modificación previa pero con un alto impacto en el devenir del juego. Por primera vez en el torneo prescindió de un nueve puro (Morata) para incluir como nueve falso a Dani Olmo, quien había gozado de varios minutos pero siempre en una de las bandas.
Según declarara Luis Enrique en rueda de prensa post partido, la intención fue quitarle referencia a la fiable dupla de zagueros compuesta por Leonardo Bonucci y por Giorgio Chiellini. El movimiento que debía repetirse incluía el descenso de Dani Olmo para generar un diamante en mediocampo y superioridad numérica ante los “jugones” de La Azzurra.
A pesar de la derrota por penales el plan funcionó a la perfección y España superó a Italia en la mayoría de los registros de rendimiento.
- Realizó más disparos: 15 a 7.
- Más regates: 26 a 12.
- Más pases: 793 a 273.
- Más pases en último tercio: 76 a 18.
- Más duelos en ataque ganados: 39 a 26.
- Más recuperaciones en campo contrario: 35 a 21.
- Tuvo más goles esperados: 1,52 contra 0,76.
- Más posesión: 70% a 30%.
Muchas veces los entrenadores son sometidos a escrutinio por el destino de un tiro penal. Aún así, la valentía y la lectura táctica de Luis Enrique amerita destacar que, a pesar de que el tiempo para entrenar es escaso en esta modalidad de torneos, siempre se puede incorporar detalles que inciden en el devenir de un partido.
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