El Barcelona post Messi y con Xavi, ¿hacia dónde va?
Autores: Pablo Sarinelli & Ramiro Hertimian en Colaboración con @Sudanalytics.
Producimos todos los gráficos de este artículo en el Twenty3 Toolbox, utilizando los datos de Wyscout.
El Barcelona vive uno de los peores momentos de su historia a nivel deportivo y económico. Hace ya unos años, producto de las pésimas gestiones administrativas que aún hoy continúan impactando en todos sus niveles, el club se encuentra sumergido en una crisis que no parece tener fin y que lo obliga a redescubrir su futuro.
Desde el punto de vista financiero, Joan Laporta, su Presidente, ha sido muy claro en recientes apariciones públicas en las que citó a los periodistas para explicarles la gravedad de la situación institucional del club.
“Son las peores cuentas de la historia del club, con una deuda de 1.350 millones y unas pérdidas en este ejercicio de 481 millones. Cuando llegamos no podíamos ni pagar las nóminas. Es lo que nos hemos encontrado. Y las responsabilidades que se deriven las estudiaremos cuando esté finalizado el forensic. La situación a la que hemos llegado viene motivada por una grave deficiencia en la gestión de los anteriores gestores. Nuestro departamento legal decidirá si constituyen delito y las acciones judiciales que se puedan derivar”.
La salida de Lionel Messi tuvo un impacto letal en el equipo, y no sólo dentro del campo de juego. En los últimos años, de cada 10 casacas que se comercializaron, 8 llevaban estampado el apellido Messi y el número 10.
En el plano meramente futbolístico, la trascendencia del argentino fue todavía más determinante:
Barcelona pre Messi
- 16 Ligas ganadas
- 1 Champions League
- En más de 100 años
Barcelona con Messi
- 10 Ligas ganadas
- 4 Champions League
- Solo en 15 años
Hoy, la realidad es muy distinta.
Si bien los resultados en la última etapa de Ernesto Valverde (2017-2020) y en la gestión de Quique Setién (2020) no fueron los esperados, con el mejor jugador del planeta en cancha, el conjunto azulgrana todavía podía soñar con revertir la historia.
El proyecto de Ronald Koeman apareció con la intención de reactivar la idea de juego de Johan Cruyff, entrenador que tuvo el neerlandés en su etapa como futbolista.
“Tuvimos la mejor combinación: jugar un fútbol ofensivo y ganar títulos. Esta es la filosofía que intentaremos tener en el equipo. Tenemos que jugar un buen fútbol y que los aficionados lo disfruten. Y, evidentemente, ganar, porque eso es lo más importante”, remarcó en su presentación como entrenador blaugrana.
Nada de eso sucedió.
El Barcelona firmó, con su derrota 3-0 ante el Benfica en la jornada anterior, el peor arranque de su historia por Champions League. Jamás había perdido los dos primeros encuentros en la máxima competición europea. Más allá de su victoria el pasado martes, el futuro en el torneo continental es poco promisorio. Desde los inicios de la orejona, un total de 140 equipos empezaron con sendas derrotas en fase de grupos. Doce lograron clasificar a la siguiente ronda y sólo uno lo consiguió con los mismos goles a favor y en contra que el Barça (Lyon – 2007-2008).
Si además observamos que, por ejemplo, en el primer partido contra el Bayern Múnich el Barcelona no pateó al arco en los 90 minutos de juego, el panorama es todavía más desalentador. El equipo local, que tuvo en su ataque a la dupla neerlandesa conformada por Memphis Depay y Luuk de Jong, no remató en todo el partido. Según el periodista español @MisterChip, esto es la primera vez que le ocurre al Barça en sus largos años de vida en la competición.
¿Podrá Xavi revertir la tendencia?
El reemplazante de Ronald Koeman es finalmente Xavi Hernández, un hijo dilecto de cataluña y, junto con Andrés Iniesta, quizás el encargado de mantener vigente el juego característico de La Masía y la estela de su mandamás, Johan Cruyff. Una de las primeras tareas que tendrá el ex mediocampista es devolverle al equipo su identidad organizativa y el juego posicional.
En la actual Liga, el Barcelona ha modificado su esquema y la disposición de sus futbolistas muy frecuentemente. Memphis Depay ha jugado como extremo y como centro atacante; la línea de fondo estuvo compuesta por 3 y por 4 integrantes, el ataque alternó entre una referencia de área (de Jong), un futbolista integral (Depay) y un delantero mixto (Aguero), etc. Claro está, el 1433 de los interiores jugones, de los extremos en amplitud y del falso nueve, quedó relegado.
Quizás uno de los ejemplos más referenciales de ese desconcierto haya sido la utilización de Sergiño Dest. Un jugador naturalmente utilizado en el lateral derecho que fue colocado como volante e incluso como extremo y como lateral izquierdo:
Frente al Granada, el Barcelona realizó 54 centros, conectado sólo el 26% de ellos. Gerard Piqué ingresó en el segundo tiempo a falta de 16 minutos para jugar de centrodelantero.
Koeman, por entonces entrenador del Club, declaraba luego del encuentro:
“Depende también de los jugadores que nos faltan, gente que destaca con acciones individuales. Mira la lista de convocados: hicimos lo que teníamos que hacer. No había futbolistas para el tiki-taka. Hay que jugar con nuestro estilo, pero si el partido quiere un cambio hay que hacerlo. Si hay que centrar por fuera, pues… creo que hemos hecho un buen encuentro. Con un poco más de tiempo, podríamos haber ganado.
“El sistema básico ha sido 1-4-3-3 en la primera mitad, luego había que modificar por cómo iba y para buscar el empate en función de lo que había en el banquillo. El Barça de hoy en día no es el Barça de hace ocho años. Jugamos a la manera del Barça, pero no tenemos velocidad en banda porque Coutinho va para dentro, Demir no va mucho en profundidad… y es así. Con Ansu y Dembélé es diferente, tienes más profundidad…. y hay que buscar alternativas.”
Identidad a la deriva.
Pero el deterioro en el rendimiento no es cosa de ahora. El Barcelona parece que fue perdiendo su estilo paulatinamente, como si el diagnóstico estuviese a la vista desde hace varios años sin que su comando notara la tendencia. La temporada actual es, globalmente, la peor de los 4 últimos años. Convierte menos goles, completa menos pases, tiene menos presencia en último tercio, genera menos ocasiones de riesgo y, como si fuera poco, es más permeable en defensa:
Lo concreto es que el pueblo blaugrana vaticina tiempos mejores de confirmarse la llegada del hijo dilecto. Aquel que portó la “6” durante varios años, quien acuñó el estirpe del tiki taka como si lo portase en su ADN y quien, por si fuera poco, arropó a Lionel Messi para que el argentino se convirtiera en el máximo ídolo del club.
Pero las esperanzas también tienen otros estandartes. Quizás el gran mérito de la gestión Koeman, además de la consolidación de algunos jóvenes nacidos en La Masía, haya sido la insistencia por fichar, a costo cero, al neerlandés Memphis Depay. El ex Olympique de Lyon tomó la batuta de la ofensiva y, en poco tiempo, se metió en los corazones de la fanaticada. Sus números lo avalan. Es que además de concentrar el peso creativo, Depay vive una primavera con el gol. En lo que va de 2021 logró situarse entre los futbolistas más productivos del planeta:
Goles + Asistencias en lo que va del 2021
- Lewandowski (52+8)
- Haaland (43+10)
- Messi (40+14)
- Depay (33+18)
- Mbappe (36+12)
- Benzema (34+12)
- Ronaldo (38+4)
- Lukaku (30+10)
- Kane (33+6)
- Bruno Fernandes (22+16)
Sin entrar en comparaciones con Messi, la flamante incorporación se convirtió en la usina de ataque del Barça. Su capacidad para crear y para finalizar acciones de remate es elocuente. Para hacer aún más notorio su peso, vale comprarlo con quienes lo siguen en estos rubros, en la actual temporada:
Y el otro foco que concentra la atención de los hinchas remite a Ansu Fati. Claro está que no aparece entre los tres futbolistas con más importancia ofensiva porque recién está re insertándose tras una larga lesión, pero muchos confían en que es el indicado en tomar la posta de Lionel Messi. No por nada recibió la pesada número 10 y no por nada ya atesora registros estadísticos que apoyan el presagio. Comparándolo con el argentino, durante sus primeros +2.000 minutos en el primer equipo y teniendo la misma edad, el español incluso supera la faena de Messi:
- Ansu Fati: 15 goles (2043 min)
- Leo Messi: 11 goles (2042 min)
Desde su regreso a los campos de juego, Ansu Fati acumula 3 goles en apenas 3 titularidades. Los últimos dos muy importantes; primero para empatarle al Valencia en lo que luego sería un triunfo determinante, y luego para vencer al Dynamo Kyiv y extender las esperanzas en Champions League.
El Barcelona navega en un océano de reestructuración. Tanto en el plano institucional como en el deportivo.
Los más optimistas se atreven a establecer un paralelismo entre la aparición de Ansu Fati y la de Messi; a aventurar que Gavi y Pedri, dos jugones provenientes de La Masía son réplicas del tándem Xavi e Iniesta; e incluso a pensar que Xavi Hernández puede, desde el banquillo, replicar las enseñanzas de Pep Guardiola para comandar el regreso a las primeras planas.
Los más pesimistas sostienen que las secuelas financieras y la partida del futbolista más trascendente en la historia del club calaron tan profundo que costará años volver a ver al Barcelona compitiendo en los estándares más elevados. Los equipos de la Premier League parecieran contar con una estructura organizativa que permite pensar en varios años de supremacía.
Lo concreto es, como hemos visto, que el Barcelona está cambiando. Dejó de ser el norte que todos quieren apuntalar para encontrarse obligado a redescubrir su rumbo. Sea con los cimientos que identificaron a su escuela o con un completo lavado de cara, el Barcelona que se viene será distinto al de las últimas temporadas.
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